Un interesante enfoque sobre actitudes que nos convierten en "víctimas"

"Ser efectivo es conseguir lo que se está buscando"
entrevista a Daniel Sidelski


El médico psiquiatra y coach Daniel Sidelski, utiliza sus conocimientos para ayudar a personas a convertirse de víctimas en protagonistas

"¡¿No viste lo que me hizo?! ¡¿Cómo querés que no lo insulte?! ¡Si me faltás el respeto, no esperes que yo te respete!"... "Reaccionar no está ni bien ni mal. El tema es que nos saca de foco y genera resultados muy poco efectivos", sostiene el doctor Daniel Sidelski.

"Esto sucede porque desde esta lógica uno no tiene nada que ver con los problemas; todas sus dificultades, desgracias y mala suerte son culpa de alguien que no hizo lo que debía hacer. Puede ser su jefe, su pareja, un automovilista, el gobierno, la naturaleza, el destino, Dios? Por esta razón, al habitante de este nivel de sabiduría lo llamamos la víctima. Su contraparte es el protagonista", agrega.

Sidelski es médico psiquiatra, especializado en psicoterapia sistémica, hipnoterapia ericksoniana, coacher y autor de "Estrés y coaching profundo. Para pasar de víctima a protagonista de la vida" .

"Entrando más en tema, diremos que socialmente todos compartimos una serie de creencias denominadas paradigmas culturales. La cultura occidental se halla anclada en tres paradigmas básicos: tener razón, objetividad -esto es que hay una única verdad- y deber ser. Para la víctima lo más importante para ser exitoso en la vida consiste en tener razón, que siempre sea yo y no el otro el que tenga razón. ¿Se imagina cuánta energía desperdiciada en innumerables oportunidades sólo para ganar una conversación? Ser víctima significa preferir ser inocente a ser efectivo. No asumir la responsabilidad de nuestros actos, encontrar siempre un culpable por lo que nos pasa. El problema es que es una actitud totalmente inconsciente, porque si le preguntamos a alguien qué prefiere, seguramente nos dirá que prefiere ser efectivo.

-¿Cómo vive la víctima el segundo paradigma, la objetividad?

-Significa que hay una única verdad, no considera que existe la posibilidad de que otra propuesta también pueda ser útil para lo que se quiere lograr. Lo que en el fondo manifiesta es: Yo te voy a decir cómo son las cosas; tomá nota, porque esto es así y si vos pensás algo diferente es porque estás equivocado y encima no te das cuenta . La consecuencia inevitable de esta manera de ver el mundo es que transformamos nuestras discrepancias en agresiones, y, por consiguiente, se torna muy difícil trabajar en grupo o convivir armónicamente. En cuanto al deber ser, la víctima está firmemente instalada en la creencia de que las demás personas, y los acontecimientos, deberían comportarse de esa única verdad que sólo ella puede ver. Que el mundo cambie para estar mejor; el mundo, no nosotros.

-¿Cuál es la actitud del protagonista?

-Para el protagonista, más importante que tener razón es ser efectivo. Y ser efectivo es conseguir lo que se está buscando. Veamos un ejemplo: imagine que va con su familia por una ruta y un automóvil viene a gran velocidad, se cruza de carril y lo pasa. Es obvio que usted tiene razón, pero desde la lógica de la víctima es importante darle una lección al automovilista imprudente. Entonces acelera, lo alcanza y luego, casi rozándolo, lo pasa. Es decir, para demostrarle que está equivocado pone en peligro la vida de los suyos. En cambio para el protagonista, lo importante es alcanzar lo que se propuso, pasar un rato agradable con sus seres queridos y no puede ser que un imprudente ponga en peligro la vida de todos. Por otra parte, cree que existen tantas verdades como personas, y cuando está en una conversación en la que otra persona opina diferente evalúa si algo de lo que el otro dice puede resultar de utilidad para su vida. Como consecuencia, transforma las diferencias en oportunidades para crecer y profundizar las relaciones, contribuye a crear un clima de encuentro y colabora en vez de confrontar.

-¿Qué significa deber ser para el protagonista?

-Lo vive como un querer ser. En cambio la víctima se niega a elegir, trata de parecerse lo más posible a un modelo impuesto. El protagonista, por su parte, se pregunta: ¿c ómo quiero ser yo? Se reinventa, piensa que puede ser distinto. Toma contacto con sus valores y tiene presente en su conciencia qué es importante y esto pasa a ser su norte. En lugar de exigirle a su pareja que sea más cariñosa, indaga cuál es la lógica de su comportamiento y propone alguna opción que tenga en cuenta lo que los dos quieren.

-¿Qué es el coaching profundo?

-Un encuentro orientado a activar, mediante preguntas, la sabiduría que está presente en el interior de toda persona para incrementar su efectividad y así lograr objetivos claramente delineados. En el encuentro, el coach pregunta a la persona dónde está y adónde quiere llegar, qué objetivo quiere alcanzar. Cuando esto está aclarado le pide permiso para cuestionar su visión de las cosas y así, a través del diálogo, el propio paciente va creando y descubriendo nuevas posibilidades hasta lograr la meta. Justamente, una de las funciones del coaching profundo es hacer que la víctima abandone su actitud de dependencia y asuma la del protagonista.

-¿Una reflexión final?

-Siempre me preocupó la educación, porque la educación es el futuro. Y si me preguntan cómo deberíamos educar, mi respuesta es que la enseñanza debe estar basada en ejercitar el libre albedrío. Entrenando a los chicos y los jóvenes en tomar decisiones y asumir sus consecuencias.

Luis Aubele

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Otra denominación para los abusadores: "Psicópata Cotidiano"

Cómo detectar si vive con un psicópata cotidiano
Fuente: Perfil.com | 19.11.2008 | Ir a la nota >>
Parecen personas normales, pero no lo son. El 75 % de ellos son varones, y se estima que hay unos 900.000 en el país. Sepa cómo identificarlos y huir de ellos.

Puede estar durmiendo con usted en su cama, trabajar a pocos metros en su oficina, ser el instructor de tenis del club al que asiste todos los sábados o, incluso, ser su propio padre o hijo. Los psicópatas cotidianos representan el 3 por ciento de la población, y el 75 por ciento de ellos son hombres. En la Argentina hay, por tanto, unos 900.000 hombres psicópatas que pueden convivir con nosotros sin que siquiera nos demos cuenta. Aunque, a la larga, nos terminen enfermando.

Los psicópatas cotidianos son, por caso, lo suficientemente hábiles para que las personas no se den cuenta, y sin embargo eligen a sus víctimas, las seducen, las envuelven, las convencen, las manipulan, para lograr algún objetivo que, por lo general, tiene que ver con alcanzar el poder. “Los psicópatas son generalmente líderes, aman el poder, y ven a los demás (sus víctimas) como objetos, como herramientas útiles para alcanzar un beneficio”, explica a Perfil.com el psiquiatra Hugo Marietan, docente de la Facultad de Medicina de la UBA y miembro de la Asociación Argentina de Psiquiatras (AAP).

Y explica que la psicopatía no es una enfermedad, sino “una forma de ser en el mundo”. Por esa razón, destaca, no hay tratamiento para combatirla. “No son enfermos. La que sí tiene problemas y puede hacer tratamiento es la complementaria”, destaca el especialista. Cuando habla de complementaria habla de su víctima, y explica que no cualquier mujer puede ser “complementaria” de un psicópata.

“Las víctimas son personas que, por alguna razón, dejan envolverse y no pueden zafar fácilmente del psicópata. Por lo general, tienen carencias afectivas de base. Muchas veces, son profesionales o empresarias; es decir, no tiene nada que ver el incremento intelectual en su vida ni la posición social, el psicópata puede captar como presa a cualquiera”, especifica Marietan.

Según el especialista, los psicópatas dañan sin sentir culpa, es decir, con impunidad, y por lo general son personas “encantadoras, simpáticas, con un gran poder de seducción”. Son, en definitiva, y según las palabras de Marietan, “ grandes actores”. Así es como seducen a sus parejas y las terminan sometiendo, o ascienden en su trabajo (por lo general son jefes), o mantienen el dominio en su familia. Incluso, “suelen no tener problemas a la hora de hacer deportes de riesgo, o de hacer trabajos de riesgo o que le repugnan a la gran mayoría de las personas”, especifica el psiquiatra especialista en psicopatía.

Durmiendo con el enemigo. “El psicópata no se enamora, no le queda amor para dar porque está muy enamorado de sí mismo. Busca a la mujer sólo para conseguir cosas. Por supuesto que se muestra muy enamorado, le hace sentir a su pareja que es la mujer de su vida. La primera etapa es de generar fascinación en la víctima. Pero de a poco va minando la autoestima de la persona, haciendo que se aleje de sus amigos, de sus familiares, hasta convertirla en un despojo. En ese estado la persona “es” en función del psicópata”, explica Marietan.

Sin embargo, explica el especialista, a la larga se produce un “desgaste” por parte de la víctima. “Es una etapa de sufrimiento porque lo que demanda el psicópata es más amplio que lo que ella puede hacer para satisfacerlo”. Es el momento que, por lo general, piden ayuda, si es que pueden hacerlo.

Jefe psicópata. “Este es el que genera acoso laboral”, destaca Marietan. Y explica que, aunque aparenta ser simpático, “siempre se la agarra con una o dos personas a las hostiga y descalifica constantemente, hasta producirles un estrés que puede llegar hasta provocar ataques de pánico en sus víctimas”.

Los psicópatas en las empresas, por caso, suelen ser “exitosos, simpáticos, agradables”, pero, aunque parece que trabaja en función de un bien común, “trabaja sólo para él mismo, para conseguir sus propios beneficios”.

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El ABC de las relaciones positivas

"Las personas estarán más dispuestas a considerarte y respetarte si interpretan que estás seguro de lo que dices y que ello va en serio..."

Las relaciones sanas y positivas dependen de la habilidad de la persona de establecer comportamientos que ayudan a prevenir problemas de relación desde un primer momento.

Las personas estarán más dispuestas a considerarte y respetarte si interpretan que estás seguro de lo que dices y que ello va en serio. Esto es así sea que estés ordenando a una persona en la calle que te deje tranquila, diciéndole a un compañero del trabajo que acabe con sus chistes pesados o invitando a alguien a almorzar.

Puedes cambiar tu manera de presentarte dependiendo del resultado que quieras obtener. Si pretendes que alguien que te amenaza o te molesta acabe ése tipo de comportamiento, tienes que ser tajante. Si quieres interesar a otra persona para realizar algún proyecto conjunto, debes ser entusiasta. Si quieres que alguna persona temerosa se sienta segura, debes ser comprensivo.

Para un resultado efectivo, presta atención a tu tono de voz y a la elección de las palabras que usas. ¿Levantas el tono al final de cada oración hasta convertirla en una pregunta? Convirtiendo afirmaciones en preguntas te hace sonar como ansioso y poco seguro. ¿Usas palabras vagas, o claras y positivas? Si quieres comunicar algo que es muy importante para ti, puede resultar valioso tomarte el tiempo necesario para escribir en pocas palabras lo que quieres comunicar y practicar frente a un espejo en voz alta y con tono seguro lo que hayas escrito. En lo posible, consigue apoyo de alguien de tu confianza quien pueda asegurarte que te estás expresando de una manera segura y a la vez respetuosa.

Presta atención al lenguaje de tu cuerpo y a las expresiones de tu cara; proyectar una actitud de respeto y confianza en tí mismo es un arma poderosa para la autoprotección. ¿Llevas los hombros caídos? ¿la cabeza gacha? ¿una sonrisa tímida?, todo eso te hace ver como una víctima. La comunicación con los demás funcionará mejor si miras de frente, mantienes tu cuerpo erguido y tu cara distendida.

En una confrontación, ordenar a alguien "POR FAVOR BASTA!" funcionará mucho mejor que, "podrías parar por favor?" Al mismo tiempo, no desearías la escalada de una potencial confrontación insultando a alguien. Manejarás mejor un conflicto si tu voz, tono, palabras, cuerpo y expresión son firmes, respetuosos, decididos y claros.

¿Y qué de una situación en la cual estás tratando de conseguir que alguien haga algo que tú piensas que vale la pena? Asegúrate de no parecer dudoso o inseguro. Es común a veces utilizar un tono suplicante cuando quieres conseguir algo de alguien y es normal sentirse frustrado cuando no consigues que hagan lo que tú quieres. Sin embargo, los demás resultarán difícilmente motivados si pretendes hacerlos sentir culpables por no hacerte caso. Incluso la mas pequeña señal de negatividad en tu actitud posiblemente influya para que la otra persona no quiera lidiar contigo. Al mismo tiempo, intentar utilizar un tono de voz amigable encubriendo tu fastidio, puede hecerte ver ante el otro como falso y poco confiable.

Trata de empatizar con las perspectivas de los demás. La mayoría de la gente se encuentra sobrepasada con los problemas de sus propias vidas. Estarán más dispuestos a escucharte y tenerte en cuenta si tu voz, palabras, cuerpo, expresión y actitud subyacente son consistentemente positivas.

Habilidades de autodefensa como éstas - proyectando una actitud de seguridad y confianza, demostrando con tu presencia y tus palabras seriedad y seguridad en lo que dices - pueden prevenir la escalada de muchos problemas. Pueden ser también efectivas herramientas para conseguir lo que deseas la mayor parte de las veces.

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Aumento de la Violencia Familiar en Argentina

La violencia doméstica, en aumento
lanacion.com | Información general | Martes 17 de febrero de 2009

Mujeres y niños son víctimas usuales de la violencia doméstica, tanto en nuestro país como en el mundo, según muestran documentos elaborados por diversos organismos.

Entre marzo y noviembre de 2008, según un informe difundido por la organización Amnistía, 81 mujeres murieron en el país víctimas de violencia de género, y se reportaron 11 víctimas por semana.

También el año pasado, en la ciudad de Buenos Aires ingresaban en la Justicia en promedio unas 15 causas civiles por violencia doméstica por día. Sin embargo, tras la inauguración en octubre de una Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia, frente a los Tribunales, el número creció hasta los 60 casos diarios.

El fenómeno no es nuevo, pero aumenta año tras año. Mientras en 1995 la Cámara en lo Civil recibió 1009 denuncias por violencia familiar, en 2007 el mismo tribunal registró 3779 denuncias, según las estadísticas oficiales del Poder Judicial.

Ayer, conocido el fallo absolutorio de un tribunal de La Matanza para una mujer que asesinó a su marido cuando éste agredía a un hijo y una hijastra, también trascendieron casos de la provincia de Buenos Aires: el año pasado, se recibieron más de 120.000 denuncias por violencia doméstica.

Según un sondeo de la Facultad de Psicología de Mar del Plata, juntamente con un instituto de Francia, sufrió abusos el 14,5% de los adolescentes encuestados (el 84%, de sexo femenino; el 16%, de sexo masculino). Entre los victimarios, el padrastro ocupó el primer lugar.


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Violencia y Responsabilidad

La mayoría de las personas violentas lo son porque "eligen" serlo y saben muy bien sobre quienes pueden ejercer su violencia.

Un primer paso crítico para el manejo de cualquier problema en la vida, es identificarlo y catalogarlo claramente según su verdadera implicancia. Luego, la mejor solución puede ser encontrada de una manera más efectiva. Este principio es crucial en el manejo de la violencia.

Es importante enfrentar la realidad y hacer lo que resulta más urgente – mantenerse a salvo. Podemos actuar más efectivamente para resguardarnos y mejorar nuestras vidas, cuando encaramos de lleno lo que está ocurriendo y tomamos decisiones basadas en los hechos fríos y duros.

Frecuentemente se nos pide tener compasión por la gente violenta, por lo que pueden haber sufrido. El medio está lleno de estos argumentos, “fue abusado cuando era chico” o “tuvo una depresión postparto”. También oímos cosas como, “no actúa así por un problema emocional o mental?”

Desgraciadamente, especialmente con los hombres que son violentos con las mujeres, esta compasión y esfuerzo por comprenderlo, frecuentemente expone a la mujer a un mayor peligro. Siendo demasiado comprensiva puede frenar a la mujer a hacer lo que es más importante – mantenerse a salvo. Una historia puede ilustrar esto. He tenido variaciones sobre la siguiente conversación con varias mujeres, y en cada caso la idea de la “ELECCIÓN” realizada por el hombre les ha resultado una revelación.

Una mujer con la que hablé, a quien llamaremos Marisa, estaba preocupada por la escalada de violencia de su marido. Él le gritaba y pegaba alaridos con toda la fuerza de sus pulmones, la insultaba y le decía toda clase de cosas degradantes, revoleaba y tiraba cosas y pegaba a las paredes. Marisa se aterrorizaba cuando él hacía esto. Él no le había pegado aún, pero cada arranque de furia se volvía más y más intenso cada vez y ella estaba convencida que él llegaría a la violencia física en un futuro cercano.

El pensamiento de Marisa frente a éstas situaciones era que él “perdía el control” cuando discutían. De hecho, él siempre decía después de cada arranque... que estaba realmente arrepentido y que había perdido el control. Así es como ella se conmovía de su aparente arrepentimiento – de tal manera que se exponía al peligro de quedarse con él aún cuando sabía que en cualquier momento él terminaría pegándole.

Le dije a Marisa, “Imaginémonos que yo esté ahí con ustedes dos, cuando una de estas situaciones se presenta. Yo tengo conmigo un bate de baseball. Su marido sabe que si él avanza hacia usted, levanta su voz o pega a la pared, yo voy a pegarle con el bate en la cabeza. Usted piensa que él haría cualquiera de ésas cosas?”

Marisa contestó con una tenue voz, con los ojos y la boca abiertos por el asombro en señal de haber comprendido, “No”.

Le dije pausadamente, “Bien, él no está fuera de control entonces, o si?”

Marisa susurró, “No”.


Continuamos hablando y clarificando ideas. Pero esto era básicamente todo. Fue un momento de cambio en su vida cuando Marisa decidió hacer lo que era correcto para ella, acabar de justificar y perdonar el comportamiento violento que su marido estaba ELIGIENDO. El hecho es que las consecuencias de los actos de su marido no habían sido suficientes para que él frenara. En cambio, las hipotéticas consecuencias si yo estuviera presente hubieran sido suficiente freno a su conducta.

No hay ninguna evidencia de que el alcohol o enfermedades mentales sean la causa de que los hombres sean violentos con las mujeres EN PARTICULAR. Y la idea de que un violento golpeador o violador se encuentra fuera de control es un mito. Si se estudia a este tema, uno encuentra que existe una enorme cantidad de hombres que han sido abusados de niños, o son alcohólicos, o tienen problemas mentales, quienes a pesar de ello NO practican ningún tipo de violencia contra el prójimo.

Sí, existen hombres cuyo estado mental es de tal trastorno que pierden el contacto con la realidad. Verdaderamente no saben lo que están haciendo. Pero esta es una pequeña minoría. La mayoría de la gente violenta no son profundamente insanos en ese sentido. Pensemos esto: la mayoría de los hombres violentos no intentan violar o pegar a su jefe, a un oficial de policía o a un hombre grande y musculoso. De hecho, no se encuentran de ninguna manera fuera de control – saben exactamente a quién están atacando. Eligen a su víctima – alguien quien saben que no puede o quiere enfrentarlos.

En la historia que acabo de relatar, una vez que ella entendió que su marido en realidad estaba “ELIGIENDO” ser violento, Marisa logró la LIBERTAD EMOCIONAL necesaria para hacer lo debido para mantenerse a salvo y también para continuar con su vida de una manera positiva y enriquecida. Cuando exigimos individualmente y como sociedad que los individuos violentos asuman la responsabilidad de sus actos, estamos realizando poderosas y decisivas acciones para salvaguardar nuestro propio bienestar físico y emocional.


Escrito por Michael Linehan
Todos los derechos reservados - www.kidpower.org

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RESISTIRÉ.................!!!!


UNA IMAGEN VALE MÁS QUE MIL PALABRAS...

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Porqué es importante enfrentar a los acosadores en el trabajo.

El Acoso Laboral bajo la mirada del experto Gary Namie. Define las características de los acosadores (bullies) y las víctimas (target) y nos habla de la necesidad de que la víctima enfrente al acosador para preservar la integridad de su salud física y mental.

¿Que es el Acoso Laboral?
Nosotros consideramos el acoso laboral como un comportamiento destructivo que tiene al menos dos características. Existe un desbalance de poder entre el acosador y el target. Digo “target” porque no me gusta la palabra “víctima”. Preferimos no caer en la victimización. Ese es el punto uno. El segundo es que parece haber un efecto negativo en la persona acosada.

¿Y cual es el efecto negativo de este acoso laboral?
Los efectos negativos pueden variar desde la leve frustración, pasando por toda la escala de todo tipo de enfermedades psicosomáticas, enfermedades relacionadas con el estrés y hasta el fallo cardíaco.

¿Es el estrés el principal resultado del acoso?
Yo puse un link de la BBC a mi sitio. Ellos estiman que entre un 30 y 50 por ciento de todos los reclamos relacionados con el estrés en el trabajo son atribuidos al acoso laboral.

Bueno, eso nos trae a otro punto. El acoso laboral, como concepto, es algo relativamente nuevo. ¿Es así?
El primero en escribir sobre este tema fue Heinz Leymann. Empezó publicando artículos en 1984. Es médico y doctor en filosofía. Es una persona de clara orientación académica. Escribe con gran dedicación y tiene el sitio más importante sobre bullying en la web. Allí ha incluído muchos de sus artículos técnicos en tres o cuatro idiomas. Él lo denomina “mobbing”

¿El mobbing implica una cierta conspiración, no es así?
Si, por eso no estoy muy de acuerdo con ese término. Pero en una organización, conspirar implicaría un tipo de acuerdo tácito, tal como el silencio de la compañía – la compañía no responde cuando todos saben que se está produciendo un acoso. Si se le señala a los directivos que se producen actos de acoso y ellos lo ignoran, eso significa una forma de mobbing. A Leymann no le gusta el término “bullying” porque se refiere a la infancia y eso es lo que la mayoría de los americanos piensan en principio.
A nosotros nos gusta el término “bullying” porque connota algo que puede comenzar en la infancia en una pequeña porción de los “bullies” (matones o acosadores). Pero se pierde el punto si uno queda enganchado en el la idea del patio del colegio y piensa que solo un chico puede ser un “bully” (matoncito)

¿Son todos los “bullies” escencialmente iguales?
Nosotros pensamos que hay tres tipos de bullies (acosadores). Puede ser que ayude explicar las diferencias.
El crónico probablemente haya empezado como un chico antisocial y se convirtió en un adulto antisocial. Me refiero a marcadamente antisocial.

El segundo no es un manipulador patológico, pero sí alguien que creció en una cultura de trabajo que es competitiva, con muchos plazos límites, altos ingresos, alta exposición, altos estándares y cuotas de producción, donde todo está intensificado. Estas personas asumirán ese estilo y los encontraremos en oportunidades siendo un poco malhumorados, un poco agresivos y un poco más malos de lo que normalmente serían. Pueden cortar con esto, pero cuando están en el trabajo se convierten en un acosador.
Después está el acosador involuntario que es reversible. El acosador involuntario lo es accidentalmente. Es el que puede ser un poco corto socialmente. Pueden no entender como son percibidos y leídos por la gente. No entienden los signos que ellos mismos emiten. Pueden ser muy estrepitosos o muy mediocres, nunca reconociendo, siempre castigando. Pero cuando se les llama la atención sobre esto, enseguida cortan su actitud. Se disculpan sinceramente.

¿Existe algo en la predisposición del acosador, o hay características en el “target” que disparan la conducta del acosador?
Hay parte de eso, pero las dos cosas contribuyen. Ambos juegan un rol.

Bueno, tu hablaste sobre la existencia de distintos tipos de acosadores. ¿Existen distintos tipos de “targets”?
Ése es el otro lado del espejo. Existen targets resistentes y otros vulnerables. Aquellos targets vulnerables probablemente caerán bajo el acosador oportunista y sufrirán. A los resistentes hace falta un acosador extremo – crónico, patológico, maquinador mentiroso, que los tome con la guardia baja.
El problema en hacer hincapié en los targets – nosotros admitimos que juegan un rol – es tan erróneo como culpar a una víctima de violación diciendo que es algo que la víctima provocó. Es mas como que el target falló en revertir al acoso en el primer acercamiento, cuando el acosador estaba testeando el terreno para ver qué podía lograr y con quién. El signo le llega al acosador con la actitud del otro de: “No me gusta pelear, no me gusta confrontar”. Ese tipo de cortesía, esa amabilidad, es leída por el acosador como una invitación abierta al acoso.

Tú mencionaste “estrés”, ¿pero de qué manera inciden realmente los efectos del acoso sobre las personas?
Bueno, inciden sobre todas las categorías: ansiedad, estrés y depresión. Desde reducción de la inmunidad hasta la infección. Fatiga. Todos estos desde el aspecto físico. Por el lado psicológico además de la ansiedad y la depresión, tenemos el destrozo de la autoestima.
Eso es lo que nos intriga. ¿Cómo puede ser que alguien que de otra manera sería una persona fuerte, pueda creer en las mentiras perpetradas por un acosador? Y esto dura por largo tiempo. Produce una muy prolongada media-vida. Esto puede ser en parte por las características del target, pero eso debe ser contestado por una investigación. Debemos contestar esas preguntas y nadie lo está haciendo. Me asombra que gente fuerte, competente, que ha sido sorprendida por un acosador, quizás por un simple episodio mayor pueda quedar tan traumatizada que los efectos duren aún diez años después.

Cuando dices que perdura diez años después, ¿a qué aspecto te refieres?
En términos de una autoestima dañada. Ellos aún no creen que sean tan buenos como realmente son. Algo de lo que el acosador dijo entró en sus mentes y los carcome.

Entonces, ¿como ayudan ustedes a la gente que es blanco de los acosadores?
Justamente ahora la forma en que mi mujer Ruth lo está haciendo es a través de grupos de apoyo. Lo hace a través del consejo psicológico. Es claramente un camino intensivo para un daño intenso.
Pero lo que estamos lanzando ahora es nuestro workshop “El Trabajo no debería doler”, el cual está diseñado para enseñar a la gente habilidades para protegerse del acoso. Pensamos que no es necesaria la terapia profunda.

Antes dijiste que responsabilizar al target es como culpar a la víctima de una violación, pero si los targets no tienen la culpa de ser acosados, ¿tienen el poder para frenar el acoso en el lugar de trabajo?
Creemos que sí, si es que todavía no existe en él un patrón instalado y una historia. Hay que arrancar de cuajo el primer asomo de acoso cuando el acosador te está probando.
Sabemos por las investigaciones sobre bullies (acosadores) en edad escolar, que los bullies tantean el grupo y prueban su vulnerabilidad. Detectan a la gente vulnerable. Esto se da en el mundo animal, los más poderosos hostigan a los más débiles. Sabemos esto porque el índice de acoso es más alto al comienzo del año escolar – la proporción de gente afectada – que al final del año, lo cual significa que han ubicado a sus víctimas y se han enfocado en ellas.
Tú sabes por experiencia que si te resistes a alguien que intenta herirte y presionarte, ellos reciben el mensaje de que eres alguien con quien no deben entrometerse. Te conviertes en intocable.

¿Como te das cuenta si alguien está tanteando el terreno?
La mayoría de los acosadores cometen actos muy irracionales. Este ejercicio de “puro poder”, que puede estar solo en sus mentes, parece muy irracional a la gente racional. Lo sabes cuando te ocurre.
Tu respuesta determinará si es que ellos continuarán metiéndose contigo, apuntando hacia ti, agudizando su comportamiento y convirtiéndote en servil durante el resto de tu vida laboral compartida, hasta que alguno de los dos se vaya – usualmente el acosado es quien se irá.
Los acosadores pueden venir hacia ti tanto con palabras como con toda una serie de comportamientos no verbales. Pueden aplicar desde gritos y alaridos hasta tareas inaceptables. Si tu sabes la primera vez que te han dado una tarea inaceptable que te están queriendo aplastar y vuelves y confrontas al responsable y dices, “No, esta no es la tarea correcta. Esto no es para lo que estoy capacitado. Esto no es para lo que fui contratado en esta compañía.” Tú también puedes imaginarte otras formas de encarar esto.

Entonces, ¿qué es exactamente lo que ustedes enseñan en su entrenamiento?
Analizamos todo el rango de comportamientos que los acosadores utilizan y después, en forma de entrenamiento, en forma de ensayo donde la gente debe aprender algo desde el principio, les vamos arrojando comportamientos de acoso y dejamos que ellos reaccionen espontáneamente y diagnosticamos si funciona o no. Le pedimos esto al acosador – que es uno del grupo jugando ese papel – y después les vamos sugiriendo modos de responder mejor al ataque.

Entonces ¿es un juego de roles?
Sí. Tienen que aprender desde el principio. En un nivel conciente ellos pueden partir sabiendo que cuando el acosador les venga con este tipo de cosas, ellos van a poder enfrentarlo. Es una tarea muy dura. Está relacionado con superar la timidez. Uno le está pidiendo a esta gente que de buenas a primeras salgan a confrontar, cuando tienen décadas de aprender a ser amables. Bueno, esa amabilidad es un juego en las garras del acosador.
Esto es a nivel interpersonal. Si hay allí un empleado suficientemente sabio y suficientemente avispado, necesita entender que allí hay un rol que él también necesita desempeñar.

¿Cuál es ése rol?
Tú te manejas a nivel interpersonal, pero la empresa exige que te desempeñes dentro del clima de trabajo del lugar, dentro de la cultura del lugar de trabajo.
Actualmente ¿que es lo que las empresas hacen? Promueven a los acosadores. Ellos son usualmente quienes logran mayores metas, son los mejores en autopromocionarse a expensas de otras personas. Son competidores – eso sin lugar a dudas – lo cual resulta altamente valorado. Entonces qué es lo que pasa si pretendemos dar vuelta todo el asunto. Tienen que existir severas sanciones para los acosadores.
Cuando hablo a grupos, le pregunto a la gente qué fue lo que les pasó. Las únicas veces que las compañías han actuado de manera efectiva con los acosadores, es cuando su accionar les ha producido un perjuicio público. Esto es crítico. Los acosadores sobreviven y prosiguen en forma silenciosa. La mayor parte de sus acciones son encubiertas – se dan a puertas cerradas. Si vas a gritar a alguien, estás públicamente denigrándolo y todo eso, pero la mayor parte del tiempo ello es encubierto, aceptado por esos sectores ridículos. De manera que la forma de contrarrestar a un acosador es ponerlo en evidencia y públicamente avergonzarlo. Entonces se achican. Es como descorrer la cortina del genio y encontrar que ahí solo hay una persona pequeñita moviendo las palancas.

¿Lo tomo como que debería venir desde arriba?
Debería venir desde arriba. Inclusive compañías que tienen políticas de tolerancia cero al hostigamiento de cualquier tipo, encuentran muy difícil no promocionar al acosador o despedirlo. Mas bien despedirán a la persona hostigada.

Sin embargo, para la victima del acoso,¿sería una manera efectiva de confrontar al acosador hacerlo públicamente?
Sí. ¿Puedes imaginarte la dificultad en demostrar ese coraje? Ante todo tú quieres tener la confrontación pública. Le decimos a la gente que documente todo, pero siempre existen negativas tras las puertas cerradas. Es siempre su palabra contra la tuya. Donde están los testigos?
Pienso que tiene que haber cero tolerancia. No vamos a tolerarlo más. Debe existir alguna indignación. El problema es que muchos CEO´s son del tipo irritable. Recuerdo haber leído un libro de un CEO; era famoso por inventar cosas como hacer que sus empleados alrededor del mundo ajustaran sus relojes a la hora de Nueva York, para que nunca lo llegaran a despertar para hablar a una hora inapropiada para él. Él avergonzaba y humillaba a un vicepresidente senior y lo obligó a pedir disculpas a otra persona públicamente antes de despedirlo. Logró imponer un acercamiento servil de ven a mí, inclínate ante mí, arrodíllate ante mí. Así que si el acosador es la persona de mas alto rango, no tienes ninguna chance de formar una cultura que vaya a eliminarlo y purificar el lugar.

¿Es en interés del empleador hacer esto?
Es en interés del empleador por un par de razones. Lo haga por un motivo económico y por nada más, dejando de lado razones humanitarias, las cuales deberían ser obvias.
Las razones económicas son el elevamiento del costo de los beneficios del servicio de salud. La gente necesitará sobreutilizar el servicio de salud por los efectos físicos. Las personas literalmente se enferman más por el estrés prolongado. Basta mirar los reclamos por estrés.
Llevado al peor extremo, están los litigios. Como dijimos, muchas de las categorías del acoso, no son consideradas ilegales, pero muchas sí lo son. Por el hostigamiento y el tipo de clases amparadas por la justicia deberán pagarse tasas de justicia, por la defensa y todo lo demás. Todo en lo que reaccionen puede convertirse en titulares de noticias, como los acuerdos previos al juicio y la adjudicación de costas debería asustarlos a muerte. Por supuesto, sabemos que existe una gran mitología sobre este asunto, pero convertirse en noticia apabulla a la empresa.

Hemos hablado sobre las cosas que los empleados y los empleadores pueden hacer para combatir el acoso, pero ¿qué pasa cuando el acoso es institucional como opuesto al individual?
Inclusive en los recortes de personal de las empresas, siempre habrá alguien que tome la decisión de que alguno de los puestos va a ser eliminado porque en realidad no les gusta la persona que lo desempeña. Antes de irse sin pelearla, haciéndole mas fácil la tarea de recorte al jefe, piensa que en algún momento aparecerá algún intercambio con la persona.
Si es solo una carta, entonces tendrás que confrontar a quien escribió la carta. La mayoría recibe el mensaje por parte del jefe que lo odiaba y moría por transmitir el mensaje aprovechando una excusa corporativa. Pero no debes hacerle las cosas fáciles, porque si lo haces, ¿que pasará?
La mayoría de la gente lo interioriza y más tarde tendrá sus dudas. Sus dudas se acrecientan silenciosamente. Ahí es cuando el daño pega. ¿Es algo que hice?... No puedes durar en un trabajo... No eres un buen jugador de equipo... Eres esto y lo otro.

Entonces ¿resulta importante confrontar al acosador aún si el resultado no va a revertir la acción?
Si no lo haces, te va a perjudicar para siempre. Te introduce tus propias dudas. Reemplazarás el trabajo, pero pareciera que la confianza en ti mismo es casi imposible de recuperar. No es imposible, pero te lleva tanto tiempo recuperarla y pierdes demasiados años en ello, ¿y para qué? Puedes entrar en una depresión clínica profunda cuando podrías haber enfrentado a la persona y de esta manera te hubieras sentido mucho mejor sobre el asunto.

¿Hay algunos riesgos de trabajo en confrontar a un acosador si ese acosador es tu propio jefe?
Si el acosador es tu jefe y no puedes apelar a su dignidad humana y no tiene alma – piensa en los tres tipos de acosadores, solo los crónicos no van a tener remordimientos, los otros dos pueden ser apelados – entonces mejor empieza a buscar trabajo al mismo tiempo. Así es el tema, porque podrían llegar a tener una reacción realmente salvaje y negativa.

¿Lo tomo aún cuando podría significar perder el trabajo, es eso preferible a ser acosado?
Absolutamente. ¿Durante cuánto más tiempo deberías aguantarlo?

El Dr. Gary Namie tiene un Ph.D. en Psicología Social de la Universidad de California. Es experto en bullying en el lugar de trabajo, consultor, investigador, autor y defensor. Desarrolló y enseñó el primer curso universitario de Violencia Psicológica en el Trabajo. Con su esposa Ruth fundaron y dirigen la organización nacional de investigación y educación, denominada "The Workplace Bullying & Trauma Institute"

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Fabula sobre el mobbing (y la envidia)

La luciérnaga y la serpiente

Cuenta la historia, que una serpiente comenzó a perseguir a una luciérnaga. Esta huía asustada y a toda velocidad de la predadora, pero ella seguía siempre atrás.
Huyó durante un día... dos días... y al tercer día, ya sin fuerzas la luciérnaga frenó y dijo a la serpiente:
-¿Puedo hacerte tres preguntas?
-No acostumbro a otorgar ese privilegio a nadie,
pero como te voy a devorar... pues pregunta!
-¿Pertenezco a tu categoría de alimentos?
-No -contestó la serpiente...
-¿Te he hecho algún mal?
-No... -volvió a responder
-Entonces, ¿porqué quieres terminar conmigo? -siguió la luciérnaga
-Porque no soporto verte brillar...!! -terminó diciendo la serpiente


Moraleja:
Si eres luciérnaga, por más que te lo propongas no podrás dejar de brillar, ¡es tu naturaleza!
Tampoco podrás deshacerte de las serpientes, forman parte de la naturaleza como vos.
Así que aprovecha tus alas y vuela alto y aunque tu brillo moleste a los predadores... sigue brillando!

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"Muchas veces hacemos caso a los que mas gritan
y no a los que tienen razón"

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